Ayer, al finalizar una sesión de uno mis talleres (el de escritura terapéutica), un hombre se despedía diciendo que se sentía revolcado. Por supuesto que esa palabra tiene una connotación fuerte y podía sentir cómo sus emociones se revolvieron en él como el pozo de agua con fondo de barro que se oscurece al perturbarse.Sigue leyendo “Revolcarse y sanarse”