Estar en una buena Auto-relación

Hace unos días me topé en internet con la expresión en inglés “Self-relationship”, que podría traducirse como “Auto-relación”, y que por supuesto refiere a la relación contigo mismx, con tu ser. Y la verdad, me gustó bastante. Me parece válido y más que valioso que hoy en día pongamos énfasis en la relación intrapersonal, esa que construimos con nosotrxs y que determina nuestro sentir y comportamiento hacia nosotrxs. A riesgo de que lleguen los juicios por padecer de un excesivo individualismo en la sociedad contemporánea, la verdad es que considero que nuestra salud mental colectiva necesitaba hacer un fuerte retorno a profundizar esta auto-relación. Además, veo con maravilla que hoy en día casi todxs nos preguntamos en algún momento de nuestra vida (o tal vez durante toda ella), cómo construir una relación con nosotrxs mismxs que sea más sana.

Pero de qué se trata esta auto-relación si la pensamos un poco más en profundidad. Bueno, empecemos por darnos cuenta que abarca tus sentimientos sobre ti mismx, la forma en que te tratas y las decisiones que tomas por -y para- ti.

Las personas desarrollamos una compleja relación con nosotros a partir de algo que en psicología llamamos “autoconcepto”*, que es la forma cómo percibimos nuestro comportamiento, capacidades y características únicas. De lo profunda o consciente que pueda ser esta relación va a depender que podamos entender nuestras necesidades emocionales, activar nuestra energía por las acciones adecuadas para satisfacerlas, relacionarnos con los otros con vínculos sanos con límites, y también podamos desarrollar nuestra potencialidad.

Así que de la forma cómo nos vemos, entendemos, hablamos y respondemos a nosotrxs mismxs y a nuestras necesidades, surgen los insumos esenciales para nuestra auto-consciencia y para el desarrollo de salud mental y bienestar. Esta auto-relación nos muestra cómo nos sentimos acerca de todas las diferentes partes de nuestro ser: nuestros cuerpos, estados de ánimo, mentalidades y comportamientos. Y no podemos negar que generalmente encontramos conflicto en nuestra percepción, aceptación y compasión por alguna o todas estas partes internas. Por esto, comprender esta relación intrapersonal requiere observar cómo tratamos esas partes de nosotros mismos, ya sea con apoyo, amor, aliento y compasión, o por el contrario con crítica y disgusto.

Y para muchos puede sonar divertido o extraño esto de tener una ‘auto-relación’, una especie de enamoramiento y amistad con uno mismo que la sociedad no nos ha enseñado a tener. Rápidamente fuimos introducidos al comportamiento social, a leer las señales de lo que quieren los demás, de lo que esperan de nosotros. Nos vimos forzadxs a complacer, a regularnos -o reprimirnos- para priorizar a los otros.

Pero es importante estar constantemente atento a tu relación contigo porque ésta afecta todos los demás aspectos de tu vida. Por ejemplo, sabemos que ser excesivamente crítico contigo golpea tu autoestima, causa depresión o ansiedad, hace que recurras en el perfeccionismo crónico o experimentes algo como el síndrome de impostora. La falta de autoestima puede hacer que te retraigas o evites a familiares y amigos. Alternativamente, podría hacer que desarrolles una falta de límites con otras personas, permitiendo que relaciones dañinas entren en tu vida, pues estás desconectadx de tus necesidades emocionales y no las validas. Con el tiempo, esto puede afectar tus relaciones y amistades, así como sabotear tu confianza en el trabajo o el deseo de perseguir tus metas en la vida.

Así como el aforismo griego “Conócete a ti mismo” nos invita a tener una exploración de nuestro ser, la tendencia actual parece ser más del tipo: “Relaciónate contigo”. Construye una relación con las bases adecuadas para cualquier otra: respeto, escucha, compasión, apoyo, amor. Es de esta manera que encontraremos vías de autoexpresión emocional y desarrollo de nuestras potencialidades, experimentando vidas más plenas.

Por Emma Sánchez.

Publicado por Emma Sánchez

Arte terapeuta, creadora de collages, dibujos, pinturas y hasta cartoons. Escritora de relatos en deformación. Lectora en voz alta. Contempladora de bosques. Magister en Psicología Clínica y en Creación literaria. Formaciones en arteterapia.

Deja un comentario

%d